Si últimamente notas que la compra te sale más cara o que la factura de la luz te da algún que otro susto, no es solo cosa tuya. La inflación en febrero ha subido hasta el 3%, y una de las principales razones es, una vez más, el precio de la electricidad.

Pero, ¿qué significa exactamente esto? ¿Cómo te afecta en tu día a día? Y lo más importante: ¿hay algo que puedas hacer para evitar que tu bolsillo sufra más de la cuenta? ¡Muy atento!

¿Qué es la inflación y por qué sube?

La inflación mide el aumento de los precios de los productos y servicios que compramos a diario.  En otras palabras, con la misma cantidad de dinero, puedes comprar menos cosas.

En febrero de 2025, la inflación interanual en España se situó en el 3%, lo que significa que, en promedio, los precios son un 3% más altos que en febrero de 2024.

La factura de la luz, el gran culpable

Uno de los factores que más ha influido en esta subida es el precio de la electricidad. Durante febrero, los costes energéticos han aumentado, lo que ha tenido un efecto dominó sobre otros productos y servicios.

Piensa en esto: si la luz es más cara, las empresas que la usan para producir bienes (fábricas, supermercados, restaurantes…) también tienen más costes. Y, ¿qué hacen? Suben los precios para compensarlo. 

1. Subida del precio del gas: Aunque la producción de energía renovable ha crecido, el gas sigue siendo clave en la generación eléctrica. Cuando su precio sube, afecta a la factura de la luz.
2. Menos energía renovable: Si hay menos viento o sol, la producción de energía renovable baja, lo que obliga a recurrir a fuentes más caras.
3. Mayores costes de transporte y distribución: Llevar la electricidad hasta tu casa no es gratis. Si suben los costes en infraestructuras, se traslada al precio final.
4. Impuestos y regulaciones: Aunque en algunos momentos el Gobierno ha reducido impuestos sobre la luz, cualquier cambio en la regulación puede hacer que la factura suba o baje.

¿Cómo afecta la inflación a tu día a día?

La inflación de febrero ha sido más alta de lo esperado, lo que puede tener consecuencias en otras áreas de la economía, como los tipos de interés o el poder adquisitivo de los salarios.

1. La cesta de la compra: productos básicos como la leche, el pan o el aceite suben de precio.
2. Las facturas: la luz y otros suministros pueden aumentar.
3. El ahorro pierde valor: si tu dinero en el banco no crece al mismo ritmo que la inflación, pierde poder adquisitivo.
4. Las hipotecas y préstamos pueden encarecerse: Si el Banco Central Europeo decide subir los tipos de interés para controlar la inflación, los préstamos (como las hipotecas) se encarecen.
5. Impacto en empresas y empleo: Los negocios tienen que pagar más por la energía y los materiales, lo que puede hacer que suban precios o reduzcan plantilla.

En resumen: si la inflación sigue subiendo, el coste de la vida aumenta y tu poder adquisitivo se reduce.

¿Cómo puedes protegerte de la inflación?

No podemos evitar que la inflación suba, pero sí hay formas de reducir su impacto en tu bolsillo. Aquí tienes algunas claves:

Revisa tu tarifa de luz

Asegúrate de que tienes la tarifa que mejor se ajusta a tu consumo. A veces, cambiar a una con discriminación horaria puede suponer un ahorro importante.

Reduce tu consumo eléctrico 

Pequeños gestos como apagar luces innecesarias, usar electrodomésticos eficientes o programar el termostato pueden marcar la diferencia.

Compara precios y busca alternativas

Desde la cesta de la compra hasta los servicios que pagas mes a mes, comparar y buscar opciones más económicas siempre es una buena estrategia.

Diversifica tus ahorros

Si la inflación sigue subiendo, tener el dinero parado en el banco puede hacer que pierda valor. Invertir en productos que protejan tu capital es una opción a considerar.

Si tienes hipoteca, revisa opciones

Si los tipos de interés suben, puede ser buen momento para renegociar tu hipoteca o cambiar a una de tipo fijo.

La energía solar, un escudo contra la inflación

Desde Sotysolar, seguimos apostando por la energía solar como una alternativa sostenible y económica para reducir la dependencia de los precios fluctuantes de la luz. Porque si algo está claro es que la mejor forma de protegerse de la inflación energética es generar tu propia energía con una instalación de autoconsumo.

1. Ahorro inmediato: desde el primer mes reduces tu factura de la luz.
2. Independencia energética: menos dependencia de las eléctricas y sus precios volátiles.
3. Revalorización de tu vivienda: instalar placas solares aumenta el valor de tu casa.
4. Energía limpia y sostenible: ahorras dinero y ayudas al planeta.

¿Quieres saber más sobre cómo ahorrar en tu factura de la luz? Echa un vistazo a nuestras soluciones energéticas y toma el control de tu consumo energético.