El ABC del autoconsumo fotovoltaico

Publicado el 07 Jul 2021. Leer este artículo te llevará menos de 8 minutos

El ABC del autoconsumo fotovoltaico

El autoconsumo fotovoltaico ha ganado gran relevancia en los medios de comunicación gracias a la caída de precios que han experimentado los módulos o placas solares en los últimos años y al fin de diversas trabas burocráticas que han dificultado su desarrollo, lo cual lo ha convertido una opción muy atractiva tanto para particulares como para empresas.

 

En las siguientes líneas resolveremos algunas dudas básicas en torno a esta tecnología para que puedas conocer en detalle el funcionamiento, los beneficios y las limitaciones del autoconsumo fotovoltaico.

 

 

Lo básico del autoconsumo fotovoltaico

El autoconsumo fotovoltaico consiste, básicamente, en la producción de electricidad para el consumo propio a través de paneles solares fotovoltaicos. Estos paneles transforman la luz solar incidente sobre ellos en electricidad gracias al efecto fotovoltaico.

 

 

 

La corriente generada es continua y por lo tanto no apta para los equipos de nuestra vivienda, por lo que se requiere de un inversor que la transforme en corriente alterna para poder consumir esta energía.

 

Aparte de los módulos y el inversor, existen otros equipos de protección y medida que aseguran el correcto funcionamiento de la instalación, así como accesorios que pueden mejorar el rendimiento global de la misma. En el siguiente esquema se muestran los componentes que solemos hallar en instalación fotovoltaica, en concreto una de autoconsumo directo.

 

 

Componentes de instalación fotovoltaica de autoconsumo directo.

 

La vida útil de una instalación suele ser de entre 25 y 30 años. Cuando el rendimiento disminuye en torno a 10-20% se recomienda hacer una inspección a fondo y renovar los equipos que así lo requieran. 

 

 

Situación legal del autoconsumo

Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico nunca han sido ilegales en España, como mucho, se puede afirmar que se hallaban en un estado de alegalidad, pues no existía una normativa específica al respecto que las regulase. 

 

En 2015, cambió aunque sí es cierto que este primer marco normativo dificultaba en gran medida el desarrollo del autoconsumo.

 

A partir de 2018 y, actualmente, la legalización de una instalación de autoconsumo fotovoltaico se ha simplificado bastante. El trámite puede resolverse en un par de horas y es realizado íntegramente por la empresa instaladora, por lo que no supone ningún inconveniente o coste adicional para el cliente.

 

En el caso de instalaciones de gran tamaño, superiores a 10 [kWn], el trámite es algo más costoso, dado que se requiere la elaboración de un proyecto, y a partir de 25 [kWn] se debe pasar una inspección realizada por un OCA (Organismo de Control Autorizado).

 

Además, si son mayores de 15 [kWn], es necesario solicitar el permiso de acceso al punto de conexión en caso de que se desee verter excedentes a red y ser retribuido por ello. Esta compensación simplificada sólo se contempla para instalaciones de hasta 100 [kWn].

 

Todos estos trámites adicionales, normalmente no se llevan a cabo en instalaciones para viviendas o pequeños negocios, ya que éstas rara vez sobrepasan los 10 [kWn]. En cualquier caso, el cliente no se verá involucrado en ninguno de estos procedimientos.

 

Cabe destacar que la potencia nominal de la instalación ([kWn]) hace referencia a la máxima que pueda dar, limitada por el inversor o grupo de inversores, y no a la instalada en paneles, denominada potencia pico ([kWp]), la cual puede llegar a ser un 10-50% mayor.

 

 

Tipos de instalaciones

Se distinguen dos tipos de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, con conexión a la red eléctrica y aisladas. Estas últimas pueden operar sin requerir respaldo de la red, aunque a veces se instalan cuando ésta existe o en compañía de un grupo electrógeno.

 

 

Debido a su elevado coste, sólo se llevan a cabo donde no hay red de suministro, ésta es muy deficiente o si los consumos son muy limitados y predecibles.

 

 

La variante más común y rentable de instalación aislada es el bombeo solar, que consiste en el bombeo de agua con energía solar fotovoltaica, gracias al uso de placas solares y un convertidor que nos permita emplear la energía captada por las placas.

 

 

Las instalaciones conectadas a red están diseñadas para cubrir una parte del consumo eléctrico y reducir en la medida de los posible el importe por energía, se pueden subclasificar en:

 

  1. Autoconsumo directo. (Esquema visto anteriormente)
  2. Con baterías o sistema de acumulación.

 

 

Instalación con baterías o sistema de acumulación

 

Si en un momento dado se produce más de lo que consume, estos excedentes tienen dos posibles destinos, se derivan a baterías para su uso posterior o se vierten a la red. En este último caso se nos compensará a unos 0,05-0,06 [€/kWh] si la instalación cumple las condiciones para ello.

 

También existe la posibilidad de instalar un inversor híbrido y realizar la compra de la batería más adelante, aunque es más costoso que afrontar la inversión entera desde un principio. 

 

Algunas instalaciones conectadas a red pueden operar temporalmente si hay un corte en el suministro eléctrico, pero no están ideadas para hacerlo de forma permanente. Siempre existe la posibilidad, haya batería o no, de implementar un sistema de inyección cero que evite que haya excedentes si así se requiere.

 

 

Coste y rentabilidad del autoconsumo

El coste de una instalación de autoconsumo fotovoltaico varía bastante dependiendo del tipo que sea, su tamaño y equipos empleados. Actualmente, las instalaciones de autoconsumo directo, que son las más comunes, suponen una inversión total de entre 2,00 y 0,90 [€/Wp] (IVA inc.).

 

El precio disminuye cuanto más grande es la instalación, aunque también puede haber variaciones considerables dependiendo de la calidad de los equipos utilizados y otros factores. Si se decide recurrir a baterías el coste aumenta entre 0,80 y 0,60 [€/Wh] cuando la batería es de ión-litio, que es la opción más habitual actualmente.

 

La rentabilidad de la instalación también mejora a medida que aumenta su tamaño. En viviendas y en pequeños negocios el periodo de recuperación oscila entre 6 y 10 años, en grandes proyectos puede llegar a bajar de 5 años.

 

 

La situación geográfica también tiene un impacto importante, cuanto más al sur mayor tiende a ser el recurso solar disponible y por lo tanto aumenta la producción eléctrica de la instalación.

 

 

Una opción que siempre está disponible es la de financiar la instalación. Actualmente existen opciones a largo plazo (7-10 años) que permiten pagar una cuota mensual muy reducida, hasta tal punto que el ahorro en la factura eléctrica supera la cuota a pagar. 

 

 

También hay ayudas públicas a nivel autonómico y local que pueden reducir en gran medida la inversión inicial o facilitar su amortización. Sin embargo, cabe destacar que actualmente no son necesarias para lograr rentabilizar la inversión realizada y que su solicitud puede demorar la ejecución de la instalación en gran medida, además suelen tener costes burocráticos asociados.

 

 

Y otra opción muy buena es la suscripción solar. En Sotysolar te ponemos todas las facilidades, ya que con esta opción podrás tener placas solares en tu casa sin ningún coste inicial ni de instalación, simplemente disfrutarás de tu propia energía pagando una cuota mensual y sin preocuparte por nada, nosotros también nos encargamos del mantenimiento. ¿A qué estás esperando para pasarte al autoconsumo?

 

 

Precauciones

Si estás contemplando realizar una inversión para una instalación fotovoltaica de autoconsumo en tu vivienda o negocio es conveniente tener en cuenta los siguientes puntos:

 

  1. Siempre exigir un estudio tecno-económico a la empresa instaladora, el cual debe basarse en datos reales, como facturas, mediciones o hábitos de consumo.
  2. Encargar al menos dos presupuestos y estudios a diferentes empresas para poder comparar precios y equipos ofertados.
  3. Conocer al detalle qué equipos van a instalarse: procedencia, modelo, marca y garantía de los mismos. Es conveniente solicitar sus fichas técnicas al instalador.
  4. Negociar una garantía de instalación de mínimo cinco años, ya que si el montaje es incorrecto las anomalías suelen ocurrir pronto, pero son fácilmente subsanables.
  5. En el acuerdo firmado deberá figurar -aparte de los equipos y mano de obra- la legalización de la instalación, su puesta en marcha y monitorización.
  6. Obtener acceso al sistema de monitorización de la instalación, es fundamental para poder aprovechar al máximo la inversión realizada.
  7. Una vez completamente finalizada la instalación, solicitar los documentos que acreditan su legalización.

 

Por supuesto, en Sotysolar cumplimos con todos estos requisitos y te asesoraremos desde el primer momento de manera totalmente gratuita. Puedes utilizar nuestra calculadora para saber el precio aproximado de tu instalación y ahórrate quebraderos de cabeza.

Tania Cancio

Tania Cancio

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